En la entrada anterior habíamos hablado de la importancia de realizar un diagnostico del TEA lo más temprano posible, ya que de esta manera podemos empezar con una gama de intervenciones a favor del niño dentro del espectro.
Sin embargo a muchos, en especial, a los padres primerizos se les dificulta un poco darse cuenta de que algo no anda bien con su hijo. Es por esto que a continuación les presento los principales parámetros del desarrollo neuro-típico en los bebés, para que de esta manera puedan tenerlos en cuenta al momento de observar a su pequeño en cada actividad cotidiana dentro del hogar y fuera de éste en los primeros seis meses de vida en los cuatro aspectos fundamentales donde podremos descartar o confirmar la presencia del Autismo.
1) Lenguaje y comunicación:
a) Llantos y gritos sin actividad articulatoria diferenciada.
b) Gira la cabeza hacia la fuente de donde proviene el sonido.
c) Comienza a discriminar la voz humana y sus rasgos emocionales.
a) Entonaciones ascendentes y descendentes.
b) Inicio de imitación vocal.
c) Atención conjunta.
d) Hace gorgojeos, arrullos y juegos vocales
2) Juegos:
a) Actividad refleja estimulada con juguetes.
b) Su juguete principal es el rostro y el pecho de la mamá.
c) Desde el segundo mes muestra reacción circular primaria.
a) Reacciones circulares secundarias.
b) Prefiere juguetes con sonidos, colores y texturas.
c) Reacciona ante diferentes objetos y sus cualidades sensibles.
d) Le gusta que jueguen con el.
3) Inteligencia y aprendizaje:
a) Alineación óculo-cefálica.
b) Rotación cefálica.
c) Esquemas auditivos-motores.
d) Apoyo, enderezamiento y marcha.
a) Coordinaciones mano-boca, óculo-cefálica, auditivo-visual, táctil-visual.
4) Desarrollo socio-afectivo:
a) Unidad indiferenciada madre-hijo.
b) Sigue con la mirada a la cara humana.
c) Sonríe cuando le sonríen.
d) Se centra más en sí mismo.
a) Se rie con mayor facilidad y con la mayoría de personas.
b) Le llama la atención su propia imagen frente a los espejos.
c) Se comunica más con su cara y su cuerpo denotando expresividad.
d) Reconoce familiares.
e) Le gusta interactuar con otras personas.
Una vez revisados estos parámetros y si notas que algo no está bien, te recomiendo compartirlo con tu pediatra de cabecera, pero sobre todas las cosas te recomiendo -aunque no sea fácil- mantener una postura objetiva al momento de evaluar a tu hijo. No te auto-sugestiones ni le restes importancia a las señales de alerta, solo de ésta manera podrás ayudar de manera efectiva a tu bebé.
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Saludos,
Mapy.
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